Una mente eterna
Uso anteojos desde los 9 años -aproximadamente- y desde ese entonces me dí cuenta que hay cosas que me demandarían mucho esfuerzo poder ver a menos que los usara, y sino tendría dolores de cabeza. Con eso en mente, me acostumbré a acercarme las cosas, a forzar todo mi entorno para no tener que exigir […]









