Mi serpiente de bronce

4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. 7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 8 Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 9 Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía. Números 21 4-9

Hace poco descubrí esta historia que me llamó la atención. Hubo un tiempo en que el pueblo de Dios, por orden divina, fue invadido por serpientes venenosas producto de su desobediencia. ¿Cómo se soluciona esto? con una estatua de bronce que tenga forma de serpiente y el protocolo sería: una vez que sean picados, debían de mirar a la serpiente para ser salvos.

La pregunta inicial que me surge es: ¿esto no es idolatría? el hecho de en lugar de pedir la sanidad a Dios pero si a una serpiente hecha por el hombre, sin embargo es correcto dar por sentado que si la orden viene de Dios, claramente no lo es. Simple, fin de la discusión. Esto bien podría ser una antesala de lo que Cristo sería para quienes creemos que Él como leemos en Juan 3:14-17

14 Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, y del mismo modo yo, el Hijo del hombre, tengo que ser levantado en alto, 15 para que todo el que crea en mí tenga vida eterna. 16 Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla.

Así que volviendo a lo que ocurre en los tiempos de Moises, esa serpiente llega al pueblo con la intención de ser una respuesta momentánea a un problema puntual, de un tiempo en específico. Sin embargo, terrible sorpresa y para mal, me llevé cuando leí con el tiempo cuál terminó el futuro de la serpiente de bronce. Resulta que permaneció en el pueblo siendo objeto de adoración, no cumplió únicamente su función original, sino que la mantuvieron y siguieron recayendo en ella para pedir cosas como si fuera (aunque en eso se convirtió) en un falso ídolo. 

El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y taló los bosques, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y le llamó por nombre Nehustán (cosa de bronce) 2 Reyes 18:4

¿Cuánto tiempo estuvo la serpiente con el pueblo como un semi Dios? si calculamos que el libro de Números fue escrito entre 1450-1410 A.C y el libro que narra parte de lo que hizo Ezequias (rey que mandó a quitar la serpiente) fue en 562 A.C podemos calcular que más de 900 años estuvo dando vueltas. ¿Qué simbolizaba? El pasado. El rey llamado Ezequías entendió que no debía existir nada por sobre Dios y por ese motivo decidió ponerle fin a la falsa adoración.

Lo que me impresiona es que entre los tiempos de Moises y Ezequias el pueblo vió como la mano de Dios obró sin parar: llegaron a la tierra prometida, ganaron batallas, tuvieron reyes, llegó el gran David, pasó Salomón, riqueza, prosperidad, etc. 900 años de historia y seguían anclados a una vieja manera que el Señor les había mostrado, sin lograr entender que eso “ya fue”.

Creo que Dios muchas veces permite en nuestras vidas pequeñas serpientes de bronce para darnos ánimo, aliento y esperanzas mientras seguimos creciendo y madurando en la fe. Pero llega el momento en que debemos soltar esos mini “parches” espirituales para ser llenos de Cristo, que es nuestra salvación eterna.

¿Qué tipos de serpientes de bronces podemos tener?

  1. Sanidad: quizás luego de mucho tiempo luchando con una enfermedad, seamos sanos a penas llegamos a los pies de Cristo.
  2. Provisión divina: en medio de una crisis, encontramos trabajo, cerramos un gran contrato, tenemos ahorros, etc
  3. Una pareja: después de mucho tiempo encontramos nuestra “media naranja”
  4. Paz: en general ya no tenemos que andar cambiando de casa, ciudad, trabajo, amistades, todo parece estable hasta en nuestras emociones.
  5. Familia en Cristo: todos los cultos está la familia reunida adorando a Dios y con una aparente felicidad.
  6. Etc

Pero tarde o temprano debemos alejar la mirada de las cosas superficiales, aunque esto no les resta importancia claramente, y empezar a ver desde lo profundo. ¿Que pasa en nuestra alma? ¿Estamos cumpliendo nuestro propósito? ¿Estamos haciendo la voluntad de Dios? ¿o solo estamos contentos porque contestó un par de oraciones?. Analizar nuestro día a día es clave para comprender cuáles son aquellas “serpientes de bronce” que quizás Dios nos ofreció por un tiempo pero que terminamos nosotros por convertir en ídolos. 

Otro planteo que me surge es: ¿por qué Dios nos dá estas serpientes de bronce si sabe que a la larga tendemos a ser flojos y quedarnos con lo fácil y rápido? Bueno, me trajo mucha claridad las palabras de Pablo hacia corintios: 

Hermanos míos, antes de ahora no les pude hablar como a quienes ya tienen el Espíritu de Dios, porque ustedes se comportaban como la gente pecadora de este mundo. Por eso tuve que hablarles como si apenas comenzaran a creer en Cristo. 2 En vez de enseñarles cosas difíciles, les enseñé cosas sencillas, porque ustedes parecen niños pequeños, que apenas pueden tomar leche y no alimentos fuertes. En aquel entonces no estaban preparados para entender cosas más difíciles. Y todavía no lo están, 3-4 pues siguen viviendo como la gente pecadora de este mundo. Tienen celos los unos de los otros, y se pelean entre ustedes. Porque, cuando uno dice: «Yo soy seguidor de Pablo», y otro contesta: «Yo soy seguidor de Apolo», están actuando como la gente de este mundo. ¿No se dan cuenta de que así se comportan los pecadores? 5 Después de todo, Apolo y yo sólo somos servidores de Dios para ayudarlos a creer en Jesucristo. Cada uno de nosotros hizo lo que el Señor nos mandó hacer: 6 yo les anuncié a ustedes la buena noticia de Jesucristo, y Apolo les enseñó a seguir confiando en él, pero es Dios quien los ha hecho confiar más en Cristo. 1 corintios 3:1-6

Hay momentos y momentos, no siempre estamos listos para crecer espiritualmente porque no contamos con la madurez necesaria. Es entonces que, al igual que Pablo, Dios nos va hablando de apoco, con señales, pequeñas demostraciones de su fidelidad y amor para que podamos comprender con nuestras capacidades su reino. 

Pero no nos estaquemos, el día que surjan ideas de “ya se todo” “no necesito entender más nada” o “yo estoy cómodo con mi vida espiritual” creo que estamos ingresando en el círculo vicioso de la serpiente de bronce donde Dios solo nos permitió un poco de luz para crecer, pero nunca para estancarnos allí. Pero lo más importante es, mirá a Cristo, no a las bendiciones momentáneas, siempre hay que tener la mirada puesta en el autor y consumador de la fe. 

Enseñanza: reconoce que fuiste picado por el pecado, que estás manchado, para mirar hacia la cruz y de una vez y para siempre ser salvado.

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