A mi me pasa que al estar emprendiendo hace muchos años hay momentos que estoy sumamente estimulado, que todo sale bien y en otros totalmente opuestos donde «no le encuentro la vuelta». El problema de esta segunda instancia, es que va a ser un recurrente en nuestra vida, nadie puede hacer todo absolutamente bien. Ahora, ¿que pasa cuando llevamos muchas temporadas sin «encontrarle la vuelta»? bueno, puede que estén ocurriendo 3 cosas en nosotros que nos alejan del éxito.
Mis pensamientos:
Lo primero radica en nuestros pensamientos, nuestra mentalidad. ¿Donde radica todo lo que pensamos? ¿donde está depositada nuestra fe? hay una gran unión entre el sabio uso de nuestros pensamientos y nuestra fe. Mirá lo que dice la Biblia en Hebreos:
Ahora bien, fe es la realidad de lo que esperamos. Es la prueba palpable de lo que no podemos ver. Hebreos 11:1
Si yo te pregunto ahora físicamente, cara a cara: ¿crees que lo vas a lograr?, vos: ¿que me responderías?. Tiene que ser sincero, nosotros mismos tenemos que ser sinceros en aceptar nuestros pensamientos y nuestra fe porque de esa forma vamos a ser más activos para acomodar todo. Si yo no domino mi fe y todo el tiempo estoy con pensamientos negativos, pensando que tarde o temprano todo se va a acabar, poco a poco frenaré mi productividad porque en el fondo mi fe me dice: te queda poco.
Nuestra fe tiene que ser tan cargada del propósito de Dios en tu vida que te estimule cada día a levantarte de la cama. Fijate que en hebreos dice «es la prueba palpable de lo que no podemos ver», todos nos sentimos muy emocionados cuando estamos haciendo la fila para comprar helado, poco a poco empezamos a desear más poder comer uno y hasta ya lo sentimos en nuestro paladar. Eso nos ayuda a soportar la fila y a dar la tarjeta para pagar el mismo. De la misma forma tenemos que tener pensamientos muy expectantes, hambrientos de recibir lo que Dios te prometió. Con esa actitud y esa mentalidad podremos soportar todo lo que se presente en el futuro y seguir por la buena carrera. Pero cuidemos nuestros pensamientos, que no nos alejen de la fe.
Mis acciones
¿Que decir sobre mis acciones? mejor decime que no decir, podría estar horas sobre este punto. No importa que tan lindo sea tu plan o que prometedora sea tu estrategia, quedarte mirando al techo esperando que ocurra, no es el camino. Todo tu ser te puede estar gritando: «Un capítulo más en netflix!» pero eso no es productivo.
Podemos amar a nuestras esposas y anhelar que nuestros hijos nos sigan en ejemplo de una buena familia. Pero si peleamos todo el tiempo, no pedimos perdón, el ejemplo será otro por culpa de nuestras acciones. Todo lo que hacemos tiene que estar alineado a nuestro propósito. Pensemos más allá del ahora y acciones en consecuencia.
El mundo espiritual
No podemos ignorar bajo ningún punto que este es un mundo que está dirigido por completo en un plano espiritual. No es simplemente «energía» que aparece en las películas o un momento de meditación, todo a nuestro al rededor está gracias a una intervención espiritual. Es nuestra la determinación en cuando a cuál entidad permitimos que en nosotros gobierne: La de Dios o las tinieblas.
En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No existe ninguna ley en contra de esas cosas. 24 Todos los que pertenecen a Cristo han crucificado su naturaleza carnal con sus pasiones y sentimientos egoístas. 25 Ya que el Espíritu nos da vida, debemos dejarlo que nos guíe. 26 No seamos orgullosos, ni envidiosos ni causemos peleas entre nosotros mismos. Galatas 5:22-26
Me encanta estos versículos del libro de galatas, pero principalmente me siento muy desafiado por cada palabra. Siento todo el tiempo que me plantea cosas prácticamente imposibles de alcanzar al 100%. Pero aclara que todo esto no será por nuestra fuerza sino por medio del Espíritu Santo. Acá es donde debemos poner atención: en el mundo espiritual, ¿nuestros resultados reflejan la presencia del Espíritu Santo?
